El Pleno del Ayuntamiento de Ripollet aprobó definitivamente la semana pasada, durante la sesión ordinaria del mes de marzo, el establecimiento del servicio público de aparcamiento de vehículos en el parque Rizal. De esta forma, el consistorio da un nuevo paso en el proceso para construir un nuevo aparcamiento subterráneo en Can Mas, en una actuación ligada a la reforma del parque prevista en el proyecto subvencionado por la Ley de Barrios de la Generalitat.
La primera teniente de alcalde y regidora de Urbanismo, la socialista Rosa Martín, recordó que la actuación global en Can Mas contempla, entre otros aspectos, la remodelación del parque Rizal, una iniciativa presupuestada inicialmente en un importe cercano a 1,1 millones de euros. El Ayuntamiento incorporará al proyecto la construcción de un aparcamiento subterráneo y, para hacerlo posible, ha aprobado la creación del servicio público.
El proyecto viene avalado por el estudio de viabilidad económica realizado en su día por la empresa Ingeniería de Tráfico SL y por el anteproyecto de la obra de reforma del parque, que incluye el aparcamiento, que elaboró el gabinete Canals Arquitectes SCP.
Como ya sucedió en el caso del aparcamiento subterráneo del parc del riu Ripoll, el consistorio optará por una gestión indirecta del servicio, es decir, que realizará una concesión a una empresa externa.
Debate sobre la gestión indirecta
Precisamente, la próxima licitación del servicio fue objeto de las críticas de los dos grupos de la oposición, el PP y el COP-CpR. El regidor popular Víctor Díeguez, por ejemplo, aseguró que la construcción de equipamientos como el del parque Rizal es "sólo una parte de la solución al gravísimo problema de la falta de aparcamiento en Ripollet", instando al bipartito local a que promueva más plazas gratuitas en superfície. Por contra, "el parking de pago es lo único que se está promoviendo desde el gobierno". Pese a todo, el PP votó a favor del acuerdo plenario.
Por su parte, el COP-CpR se mostró favorable a la costrucción del nuevo aparcamiento, pero optó por la abstención porque, tal y como explicó el regidor Jordi Martínez, "no estamos a favor del establecimiento del servicio público como una excusa para aprobar la gestión indirecta o privada".
En respuesta a los dos grupos de la oposición, el alcalde de Ripollet, el socialista Juan Parralejo, defendió el modelo de concesión como "la mejor manera de gestionar los aparcamientos subterráneos". Pese a reconocer que pueden existir otros sistemas, Parralejo remarcó las ventajas del modelo escogido para las arcas municipales: "Pensamos que es el que nos repercute económicamente menos al Ayuntamiento, ya que no debemos hacer ningún desembolso, ni para la obra ni para la gestión".
El primer edil de Ripollet remarcó que el problema del aparcamiento no es exclusivo del municipio, sinó que está generalizado. Una situación agravada porque las obras impulsadas últimamente por el Ayuntamiento en la vía pública están encaminadas a "intentar dulcificar las calles para que sean más amables para las personas y eso, lógicamente, va en detrimento de los coches".
Pese a todo, Parralejo indicó que, en la medida de lo posible, "hemos hecho aparcamientos gratuitos y disuasorios allí donde hemos podido", citando los ejemplos de Can Clos, la avenida Catalunya, la calle Verge de Montserrat o la calle Sarrià de Ter.
Foto: Ayuntamiento