Con los votos favorables del grupo municipal del PSC y de CiU,la socialista Carme Carmona fue investida el pasado sábado alcaldesa de Cerdanyola como cabeza de la lista que más votos obtuvo en la pasada cita electoral del 22 de mayo. ICV-EUiA se abstuvo en la votación mientras que PP, Compromís per Cerdanyola y ERC votaron a sus respectivos candidatos –Manuel Buenaño, Carles Escolà y Helena Solà.
En la ronda de parlamentos, la portavoz de ERC, Helena Solà, abrió las itervenciones destacando, entre otros aspectos, que su grupo tenderá la mano al gobierno local en la lucha contra la crisis. También señaló que ERC trabajará para que el ejecutivo local tome un “rumbo claramente de izquierdas”.
Desde las filas del Compromís per Cerdanyola, Carles Escolà expresaba la voluntad de “construir una sociedad más justa”, y anunciaba que su grupo ejercerá de “altavoz de la calle” y realizará una “oposición firme a los modelos obsoletos de hacer política que han tenido lugar en Cerdanyola”.
Por su parte, el portavoz de CiU, Alfons Escoda, calificaba de decisión “responsable” la alianza de su formación y el PSC para comandar el gobierno de la ciudad, si bien admitía que en un periodo de crisis como el actual un gobierno en minoría tal vez “no es lo ideal”. Por otra parte, Escoda manifestó que su grupo se comprometía “al consenso y al diálogo”.
Desde ICV-EUiA, Santiago Cayuela inició su parlamento explicando que su grupo se había abstenido en la votación por respeto a Antoni Morral, cabeza de lista ecosocialista que renunció a su acta de concejal tras los comicios del pasado 22 de mayo.
Cayuela reiteró la apuesta de su grupo por “un gobierno plural de izquierdas” que “no apoye recortes de servicios”, y abogó por un cambio radical “en las formas de gobernar”.
Tras la intervención del representante de ICV-EUiA tomó la palabra Manuel Buenaño, portavoz del PP, quien adelantó que su grupo buscará el diálogo e intentará “hacer ciudad desde la oposición”, una oposición que los populares ejercerán “con firmeza” y apoyando aquello que contribuya “a mejorar Cerdanyola”. Buenaño también abogó por la instauración de “una cultura del respeto”.
Desde las filas socialistas, el portavoz, Francisco Ortiz, aseguró que su grupo trabajará por la “recuperación de la dignidad de la política en mayúsculas” y defendió el pacto entre PSC y CiU, remarcando que esta entente se basa “en la confianza y en la experiencia de trabajo conjunto” durante el último año y medio.
Finalmente, cerró la ronda de intervenciones la alcaldesa de la ciudad, Carme Carmona, quien manifestó que ejercerá su cargo con “transparencia y honestidad”, y aseguró que el ejecutivo local trabajará por el bienestar de la ciudadanía y los barrios como espacios de convivencia. Durante su discurso, la máxima responsable local también indicó, entre otros aspectos, que se trabajará en un plan estratégico de ciudad.