El PP de Cerdanyola ha acusado a las secciones locales de PSC, ICV y ERC de haber "cruzado la línea roja de la democracia", al señalar los comercios que "abrieron libremente" en el día de la huelga general del pasado 29 de marzo. Los populares consideran que los tres partidos -integrantes de la Plataforma Cerdanyola en Vaga- "han utilizado formas de regímenes autoritarios de otras épocas que marcaban a los diferentes, obviando que la huelga es un derecho y no una obligación".
El PP se ha mostrado especialmente crítico con la actitud de la alcaldesa de Cerdanyola, Carme Carmona: "En vez de proteger a los comerciantes que libremente abrieron sus puertas, está adherida a una plataforma que ha publicado un listado de los comercios que decidieron abrir". Según los populares, Carmona ha realizado "un ejercicio de prepotencia" y "ha amenazado de manera indirecta" a quienes no quisieron sumarse a la huelga general del 29-M.
En esta línea, el PP de Cerdanyola asegura que Alberto Villagrasa, secretario general del partido en la provincia de Barcelona, ha solicitado a la dirección del PSC que pida disculpas "de manera inmediata" a los comerciantes que libremente abrieron sus puertas en Cerdanyola y aparte de todos los cargos públicos a Carme Carmona. Una vez más, los partidos de izquierdas de Cerdanyola, que se creen en posesión única de la democracia, han utilizado practicas habituales de regímenes ya felizmente pasados y olvidados por las sociedades modernas", concluyen desde el PP de Cerdanyola.