La abogada del Col·lectiu Ronda, Esther Costa, que lleva los casos por amianto de Cerdanyola del Vallès y Ripollet, ha afirmado este miércoles que aportará a la causa el fallo del Tribunal Supremo (TS) que reconoce los daños sufridos por estar en contacto con este material a tres mujeres de trabajadores de la fábrica Uralita de Getafe y Valdemoro.
Costa ha detallado que lo que les puede beneficiar de esta resolución es que "confirma el conocimiento de la nocividad del amianto desde los años 40" por parte de la compañía, algo que hasta el momento, según ha explicado, Uralita siempre había alegado que no había conocimiento científico al respecto.
En este sentido, la decisión del Supremo recoge, entre otras responsabilidades, la omisión de la diligencia extrema que cabía exigirles en atención a un riesgo previsible frente a terceros ajenos a la relación laboral pero que manipulaban la ropa de los trabajadores y que la empresa sabía que podían entrar en contacto.
La abogada ha asegurado que está dentro del plazo para incluirlo en el recurso que presentó la empresa ante la Audiencia Provincial de Madrid por una demanda conjunta de una cuarentena de personas afectadas, entre domésticos -- familiares de los trabajadores -- y ambientales -- personas que vivían cerca de la actividad productiva --, ya que ha considerado es "de obligada atención" para el tribunal de justicia.
Costa ha apuntado que el caso acabará "por lo menos" en el Supremo y ha subrayado que el trabajo a seguir pasa por la presentación de demandas para generar jurisprudencia.
Asimismo, la sentencia del TS abre "el reto" para que también se reconozcan a los ambientales, aunque la letrada ha señalado que este aspecto tiene poco encaje en el sistema judicial español y, por eso, ha dicho que restará a la espera para ver cómo se pronuncia la Audiencia Provincial de Madrid.
Por otro lado, Costa ha informado que en enero se presentará otra demanda de pasivos, con alrededor una treintena de afectados.