El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el president de la Generalitat, José Montilla, han inaugurado esta tarde el Sincrotrón Alba de Cerdanyola -la instalación científica más importante del sur de Europa- en un multitudinario acto en el que también participaron la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, el conseller d’Innovació, Universitats i Empresa, Josep Huguet, representantes del Consorcio para la Construcción, Equipamiento y Explotación del Laboratorio de Luz del Sincrotrón (CELLS) y la alcaldesa de Cerdanyola, Carme Carmona, entre otros.
El Sincrotrón Alba de Cerdanyola es la instalación científica más grande y más compleja construida nunca en España. Se trata de un acelerador circular de partículas de gran perímetro que funciona como un microscopio gigante que permite descubrir los secretos de átomos y moléculas. La instalación, de 22.870 m2, está integrada por un edificio principal de hormigón y vidrio en forma de caracol de 140 m, de diámetro, y plantas subterráneas donde se ubicarán talleres y centros de producción de energía. En Europa hay cerca de 20 sincrotrones, pero el de Cerdanyola será el único situado en el sur de la línea París-Trieste (excluyendo la fuente europea de Grenoble).
Las aplicaciones de las fuentes de luz de sincrotrón son amplísimas, siendo útiles para muchas ramas de las ciencias puras y aplicadas y también para la industria, especialmente en el campo de las ciencias de la vida, la metalúrgica y la nanotecnología. Un comité de expertos ha seleccionado las primeras siete estaciones de investigación con que contará el Sincrotrón Alba, coincidiendo con las siete líneas de luz que inicialmente se pondrán en marcha. Este conjunto inicial de siete líneas de luz aborda una serie de objetivos científicos, principalmente en las áreas de ciencia de los materiales, la física, la química y la biología. Algunas de las aplicaciones son el estudio de las estructuras biológicas y las proteinas, el diseño de nuevas terapias médicas de diagnóstico para la imagen y de nuevos implantes quirúrgicos, el estudio de organismos vivos como los virus y las bacterias, la creación de nuevos fármacos, la creación de nuevos materiales semiconductores, plásticos, químicos o tejidos, el diseño de microdispositivos y el análisis de la autenticidad de restos históricos y obras de arte.
La construcción del Sincrotrón Alba ha supuesto una inversión de 201 millones de euros, desde 2003, repartidos al 50% entre la Generalitat y el Gobierno, unidos en el consorcio CELLS. El periodo de construcción del Alba finalizó el pasado diciembre y la puesta en marcha de la instalación se prolongará a lo largo de este año. A finales de 2010 las líneas de luz deben entrar gradualmente en la fase de puesta a punto con haz de fotones, mientras que el funcionamiento con usuarios se iniciará en 2011.
“Una muestra de inversión eficaz”Acompañado por el presidente de la Generalitat, José Montilla, la ministra Cristina Garmendia, el conseller Josep Huguet y la alcaldesa de Cerdanyola, Carme Carmona, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se encargó esta tarde de inaugurar el Sincrotrón Alba, manifestando que la instalación de Cerdanyola supone “un salto adelante de todo el sistema científico español” y coloca al país “en la primera división de la investigación científica”. Zapatero aseguró que el equipamiento construido en la Plana del Castell constituye “una buena muestra de inversión pública eficaz”, y quiso remarcar la “buena cooperación” institucional entre la Generalitat y el Gobierno para hacer realidad una instalación que “resultará muy beneficiosa para Catalunya y toda España”, y que “permitirá aumentar su competitividad”.
En la misma línea, el president de la Generalitat de Catalunya, José Montilla, manifestó que el Sincrotrón de Cerdanyola supone “la afirmación” de los que “es capaz de hacer el país en el terreno cientfíco”, destacando que se trata de la instalación “más formidable” construida jamás en España y el suroeste de Europa”. En este sentido, según Montilla, “hemos de saber sacar el máximo rendimiento al Alba para que sus beneficios repercutan en la economía y el conjunto de la sociedad catalana y española”.