El Pleno del Ayuntamiento de Ripollet ha declarado desierta la licitación de la concesión administrativa para la instalación de antenas de telefonía móvil, después de que ningún operador haya mostrado interés por los dos espacios periféricos ofertados por el consistorio para ubicar las nuevas instalaciones de la red: el entorno del depósito de agua de Pinetons y el entorno de Can Barneda. Pese a todo, el equipo de gobierno destaca que el planeamiento aprobado el pasado mes de marzo supone un gran avance, ya que impedirá la instalación de nuevas antenas cerca del núcleo urbano.
El ofrecimiento de estos espacios a las empresas del sector por parte del Ayuntamiento forma parte del despliegue del Plan especial de ordenación urbanística municipal para el desarrollo de la red de telefonía móvil, aprobado en 2007. El proyecto pretende regular los espacios donde emplazar las nuevas instalaciones de la red de telefonía móvil, conjugando la preservación del medio ambiente, la integración de las antenas en el medio, la salud de las personas y la prestación del servicio público por parte de los operadores.
El plan aprobado hace tres años establecía tres áreas diferenciadas en Ripollet: una primera (zona A), donde el interés municipal facilita la ubicación de instalaciones de telefonía móvil y otras instalaciones de radiocomunicación; una segunda (zona B), donde se permite la instalación, siempre que el operador acredite técnicamente la imposibilidad de ubicar las antenas en la zona A, y la necesidad de ubicarlas en la zona B para garantizar la cobertura; y, finalmente, una tercera área (zona C), donde no se permite la ubicación de instalaciones de telefonía móvil.
El plan también recogía la voluntad municipal de concentrar el máximo número de instalaciones en la zona A de la ciudad, ya que se trata de terrenos emplazados en la periferia de Ripollet y "con un entorno inmediato de densidad poblacional bajo o nulo". En esta línia, el Ayuntamiento estudió estas zonas más alejadas donde se podían ubicar las nuevas antenas y propuso tres espacios: el entorno del depósito de agua de Pinetons; la deixalleria municipal, en la carretera de Santiga; y el entorno de Can Barneda.
Finalmente, el Pleno del Ayuntamiento aprobó de forma definitiva el proyecto el pasado mes de marzo con una novedad importante, tras estimar las alegaciones presentadas por dos empresas- Inmobiliaria Joaco SA e Inmmobiliaria Can Clos SA- que pedían la exclusión de los terrenos emplazados en la deixalleria municipal.
Desinterés de los operadores
Cuatro meses después, el Pleno del Ayuntamiento ha declarado desierta la licitación de la concesión administrativa para la instalación de antenas de telefonía móvil en las dos zonas periféricas ofertadas a los diferentes operadores. Un desinterés que ha motivado las críticas del COP-CpR, el principal grupo de la oposición. que considera "muy sospechoso que ninguna compañía" haya mostrado interés por el proyecto.
En esta línea, el regidor del COP-CpR Jacint Padró ha denunciado el "boicot" de los operadores "al planteamiento del Ayuntamiento de poner antenas en dos zonas determinadas donde sería menos nociva la radiación que emiten sus repetidores". Por eso, Padró considera que el Ayuntamiento debería "incentivar" a los operadores para que trasladen sus antenas "a estas zonas que no son tan perjudiciales para la salud de las personas". Para conseguir ese objetivo, el edil del COP-CpR solicita al equipo de gobierno un "aumento considerable de los impuestos que ocasionalmente pagan estas compañías por las actuales localizaciones de las antenas". En caso contrario, el dirigente del principal grupo de la oposición defiende que "si sólo las invitamos -en referencia a los operadores- a que vayan allí, no irán".
"Cuestión de futuro"
A diferencia de la oposición, el equipo de gobierno -PSC y CiU- ha relativizado la importancia del desinterés de los operadores por ubicar nuevas antenas en los dos espacios ofertados. El bipartito considera más trascendental el hecho de que, a partir de ahora, los nuevos repetidores no podrán instalarse cerca del núcleo urbano. Así lo ha expresado el alcalde de Ripollet, el socialista Juan Parralejo (en la imagen), quien remarca que el planeamiento impulsado por el Ayuntamiento supone "una cuestión de futuro". El primer edil de Ripollet insiste en que "no pasa nada porque no se haya presentado ninguna empresa" a la licitación del Ayuntamiento porque "lo que queda claro es que cualquiera que quiera venir a partir de ahora a instalar nuevas antenas deberá ir allí", en referencia a las dos zonas periféricas establecidas por el consistorio. "Y eso es muy importante, marca un antes y un después", concluye Parralejo.
El alcalde de Ripollet, además, se ha referido a la petición del COP-CpR de aumentar la presión fiscal sobre los operadores con el objetivo que trasladen sus antenas en el municipio. Parralejo considera inviable esta opción, debido al poco margen de maniobra del Ayuntamiento: "Me temo que pocas cosas podemos hacer".
