El incremento medio de las ordenanzas fiscales y precios públicos para el 2011 aprobado el pasado jueves por el bipartito -PSC y CiU- de Cerdanyola se sitúa bastante por encima de la tónica general apreciada en los municipios más cercanos. Los datos indican que la mayoría de ayuntamientos de la comarca han dado luz verde a subidas de los impuestos que no superan el 2%, medio punto por debajo del aumento de la presión fiscal impulsado por el ejecutivo que encabeza Carme Carmona.
Uno de los datos más significativos es el de Ripollet, municipio fronterizo con Cerdanyola y que, al igual que su población vecina, tiene un gobierno sociovergente. En este caso, el ejecutivo liderado por el socialista Juan Parralejo aprobó hace un par de semanas un incremento medio del 1,9% de los impuestos y tasas para el 2011, es decir, seis décimas por debajo de Cerdanyola.
Sabadell, cocapital del Vallès Occidental más cercana a Cerdanyola y también con alcaldía socialista, ha aprobado un incremento medio de la presión fiscal ligeramente por encima de los dos ejemplos anteriores, aunque sólo en una décima: el 2%. Idéntico aumento al aprobado por el Ayuntamiento de Rubí, encabezado por un gobierno formado por PSC y ERC, o el de Sant Cugat, liderado por el convergente Lluís Recoder.
El tipo del IBI
Uno de los aspectos más polémicos del expediente de modificación de las ordenanzas fiscales aprobado la semana pasada por el bipartito de Cerdanyola hace referencia al aumento medio del 6,96% que sufrirá el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), con incrementos en los recibos ciudadanos que oscilarán entre el 4 y el 8%.
Se trata de una subida muy por encima de la que aplicarán el resto de municipios de la comarca. Sólo Sant Cugat, con un incremento medio del IBI fijado en el 3,9%, se acerca -ni que sea de lejos- a las cifras de Cerdanyola. En el caso Sant Cugat, pese a todo, el gobierno local de CiU ha rebajado el tipo impositivo del IBI que deben fijar los consistorios y ha frenado, de esa manera, el impacto en los recibos del ciudadano. Cerdanyola, en cambio, ha dejado el tipo como hasta ahora.
La legislación establece que el tipo impositivo que deben aplicar los ayuntamientos por concepto de IBI no puede ser inferior al 0,40 ni puede superar el 1,19. En el caso de Cerdanyola, el gobierno de Carme Carmona ha decidido congelar el tipo impositivo en el 0,53. Sant Cugat, que lo tenía fijado hasta ahora en el 0,56, lo ha rebajado hasta el 0,52 y, por tanto, ya está por debajo de Cerdanyola. Un caso similar al del Ayuntamiento de Sant Quirze, que tenía estipulado el tipo impositivo del IBI en el 0,57 y que ha decidido disminuirlo hasta el 0,50.
