Los trabajadores y comité de empresa de la compañía Sintermetal de Ripollet, dedicada a la fabricación de componentes para el sector de la automoción, continúan reclamando sin éxito a la dirección de la factoría el cumplimiento del convenio para el periodo 2009-2011. Tras protagonizar, a primeros de este mes de mayo, una concentración de protesta a las puertas de la factoría, que se prolongó por espacio de una hora y media, la plantilla continúa concentrándose diariamente, de 9 a 9.15 y de 18 a 18.15h para expresar su malestar y reclamar soluciones, pero de momento, según explican desde el comité, la dirección no ha movido pieza.
Desde el comité de empresa reclaman un "un cambio de rumbo en las decisiones adoptadas tras el desastre social generado estos tres últimos años", y en este sentido recuerdan que Sintermetal se ha visto afectada por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal que afectó a toda la plantilla, a excepción del personal directivo, en 2009. Los representantes de la plantilla también destacan que en estos últimos años se han producido más de 200 despidos, "en pésimas condiciones", 76 de ellos a través del Fondo de Garantía Salarial y sin ninguna prejubilación. A todo ello, según el comité, hay que añadir "tres duros años de congelación salarial".
Según el comité, para este pasado mes de febrero se había acordado que los salarios de los trabajadores se incrementaran el IPC del momento, sin embargo, "la dirección no dio cumplimiento a lo pactado" y, a día de hoy, "sigue sin pagar lo pactado ni convocar a los representantes de la plantilla a una reunión en la que buscar una salida a esta situación".
"Cada vez más nerviosos"
Desde el comité adelantan que "nos mantendremos en nuestra postura", destacando que "lo que pedimos los trabajadores es nuestro", y en este sentido, señalan que en estos tres últimos años los acontecimientos vividos en Sintermetal han adquirido "una gran deriva antisocial". Ante ello, según los representantes de la plantilla, "se requiere un cambio de rumbo" que permita afrontar la actual situación de "auténtico despropósito" y poner fin al malestar y preocupación de unos trabajadores "cada vez más nerviosos" que "han visto como las dificultades y problemas provocados por la crisis han sido solventados por la empresa con recortes a la plantilla".
