El movimiento 'Democracia real, ya' llegó, finalmente, a Cerdanyola. A diferencia de otras ciudades y municipios españoles, lo hizo pasadas las elecciones municipales del 22 de mayo. Un día más tarde, los 'indignados' decidieron acampar en la plaza Abat Oliba y desde entonces se mantienen allí. Han organizado caceroladas y asambleas, han creado diferentes comisiones para debatir diferentes propuestas y, sobre todo, han hecho visible el descontento de mucha gente con la situación actual.
La alcaldesa de Cerdanyola, Carme Carmona, considera que la acampada en el municipio, como ocurre en otras ciudades españolas, muestra "el descontento con las políticas que se llevan a cabo y con los políticos personalmente, pero seguramente también es el descontento de una situación que realmente es indignante, como es la crisis que sufrimos". Carmona asegura que el Ayuntamiento "no ha recibido ninguna queja" relacionada con la presencia de los 'indignados' en el centro neurálgico de Cerdanyola: "Están realizando una acampada muy cívica, no están molestando a nadie". La dirigente del PSC espera que el movimiento permita, incluso, "aportar propuestas para Cerdanyola y sobre todo para palir un problema tan importante como la crisis".
Otra formación de izquierdas, ICV-EUiA, también ve con buenos ojos lo que se está viviendo estos días en la plaza Abat Oliba. El presidente ecosocialista, Juan Rodríguez, explica que también ha estado en la acampada de plaza de Catalunya en Barcelona. En ambos casos, Rodríguez se muestra a favor: "He visto un perfil de gente terriblemente variado que me ha gustado, tanto de aspecto como generacional".
Pese a la supuesta condición neutra de la protesta, el presidente de ICV considera que "no se trata de movimientos apolíticos". Al contrario, "lo que quieren es cambiar la política de base". En cualquier caso, Rodríguez cree que "la izquierda debe sentirse orgullosa de haya un movimiento regenerador, ya sea por la sanidad o la educación pública, por agrandar el estado del bienestar, por socializar hasta la banca o por castigar a los poderosos".
A diferencia de PSC o ICV, el PP de Cerdanyola no se muestra demasiado conforme con lo que está ocurriendo durante la última semana en la ciudad. El presidente popular, Manuel Buenaño, asegura que vería "lógica" una acampada como de Abat Oliba "si fueran muestras de gente indignada y cabreada con los socialistas y con quienes nos han gobernado". Sin embargo, Buenaño remarca que "cada vez estoy más preocupado porque estos no son indignados, son gente que hace mucho tiempo que no trabajan y que no saben lo que es trabajar". "Son los ocupas y los antisistema", añade.
Ripollet, también
Ripollet tampoco es ajeno al movimiento surgido el 15-M. Convocados a través de Facebook, vecinos del municipio iniciaron el pasado jueves (en la imagen) una serie de caceroladas, seguidas de asambleas populares. El movimiento de 'indignados', que comenzó con unas 150 persones reunidas el jueves en la plaza Joan Abat, alcanzó casi las 400 un día más tarde, coincidiendo con el polémico desalojo de la plaza de Catalunya en Barcelona.
El escenario de la protesta entonces se traslado a la plaza Pere Quart, que el viernes acogió una cacerolada que se alargó durante una media hora. Posteriormente, se celebró una asamblea donde, entre otros acuerdos, se decidió continuar con el movimiento. Además, se acordó la creación de las comisiones de Comunicación, Difusión, Contenidos, Preparación de asambleas, Recursos y Acampadas.
Foto: Ayuntamiento