Agents de la Policia de la Generalitat – Mossos d’Esquadra de la Unitat d’Investigació de la comisaría de Cerdanyola detuvieron, el 16 de febrero, cuatro personas que formaban un grupo criminal organizado y especializado en el cultivo de marihuana. El grupo estaba integrado por tres hombres de nacionalidad neerlandesa y uno de nacionalidad alemana y todos ellos tenían domicilios desconocidos. Además, disponían de una nave industrial que estaba perfectamente equipada para cultivar, almacenar y distribuir la marihuana.
Los investigadores tuvieron conocimiento que en una nave industrial de Montcada i Reixac hacía siempre un olor intenso a marihuana y constantemente entraba y salía gente. Los agentes fueron a la nave y vieron máquinas de grandes dimensiones, tanto de aire acondicionado como extractoras de humo, que funcionaban constantemente a una potencia muy alta. Además, del lugar salía un olor fuerte de marihuana.
Ante estos indicios, el 16 de febrero los investigadores organizaron un dispositivo de vigilancia durante el cual observaron como efectivamente dentro del local se estaba cultivando marihuana. Por tanto, los agentes detuvieron in fraganti cuatro personas que estaban dentro trabajando con la droga.
Asimismo, los agentes solicitaron una autorización judicial para hacer una entrada y registro del lugar que se hizo el día siguiente. Los investigadores entraron en la nave y observaron que estaba distribuida en dos plantas de unos 500 metros cuadrados perfectamente acondicionadas para el cultivo de marihuana.
Las dos plantas de la nave habían dividido en cuatro invernaderos. Dos estaban llenos de plantas de marihuana: se encontraron 2.300. Otro lo habían reservado para el secado, manipulación y embolsamiento de los cogollos: se localizaron 55 kilogramos listo para distribuir y 670 gramos de polvo de hachís. El último invernadero estaba dedicado a la floración de esquejes y transplante de plantas: los agentes decomisaron 2.000.
El grupo estaba especializarse en el cultivo y la distribución de esta droga y las instalaciones estaban totalmente habilitadas para el cultivo intensivo y continuo de esta sustancia. El grupo, sin embargo, también se ocupaba de la distribución del material, como muestra los cogollos embolsados ya estaban dentro de cajas de pizza y de paquetes con el logotipo de alguna empresa conocida para que la droga pasara desapercibida.
La droga intervenida por los agentes tiene un precio aproximado de 770.000 euros en el mercado ilegal.
Por otra parte, los investigadores comprobaron que los detenidos habían hecho una conexión eléctrica fraudulenta, delito por el que también quedaron imputados.
El grupo pasó a disposición judicial el 19 de febrero y el juez decretó su libertad con cargos.
Foto:Mossos d'Esquadra
