El Sindicato de Funcionarios de Policía (SFP) y la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) en el Ayuntamiento de Cerdanyola ha denunciado la falta de material, recursos y formación de los agentes de la Policía Local para desarrollar su trabajo. En concreto, los dos sindicatos critican que los agentes sigan sin chalecos antibalas interiores, pese a que "se está incrementando el número de delitos con armas de fuego". También denuncian que la Policía Local sólo dispone de dos alcoholímetros evidenciales para realizar pruebas, pero "uno está estropeado y el otro está pasando la revisión legal anual".Fuentes de los dos sindicatos explican que llevan mucho tiempo reclamando que se dote a los agentes de la Policía Local del material necesario para realizar su labor "con seguridad", así como de la uniformidad necesaria para poder trabajar "con unas condiciones dignas, tal y como hacen el resto de cuerpos policiales". Una de las reivindicaciones históricas del colectivo es que se les dote de chalecos antibala personales de uso interior porque "los chalecos exteriores de dotación disponibles son inoperantes". Según los sindicatos, la mayoría son "de la talla XL o XXL, poco higiénicos porque no se lavan nunca, en muchos casos insuficientes y, además, no están pensados para llevarlos durante todo el servicio".
En la misma línea, tanto el SFP como la CSIF explican que los chalecos disponibles sólo están adaptados a la anatomía masculina y, por tanto, "no se está garantizando la seguridad de las mujeres policía en condiciones de igualdad, pese a que realizan la misma labor que los hombres". En este sentido, los dos sindicatos remarcan el aumento de delitos con presencia de armas de fuego en Cerdanyola y en el resto del área metropolitana en los últimos tiempos, y pone como ejemplo el tiroteo en que una mujer resultó herida hace un par de semanas o el robo con violencia e intimidación en que golpearon a la víctima con la culata de un arma de fuego. Todo ello, según los sindicatos, está suponiendo que "se ponga en riesgo la vida de los agentes".
Ante "la inactividad" del gobierno municipal, el SFP como la CSIF explican que muchos agentes acaban pagando de su bolsillo el coste de los chalecos porque "saben que les va la vida". Así, apuntan los sindicatos, en algún turno casi el 40% de los agentes han adquirido el chaleco con el dinero de sus bolsillos, unos seiscientos euros: "Se trata de una situación vergonzosa, equiparable a decirle a un operario de la construcción que se compre el casco y los arneses de seguridad para trabajar".
El SFP y la CSIF lamentan que esta y otras reivindicaciones de los agentes no han sido escuchadas por el equipo de gobierno, al que acusan de engañar al colectivo: "Pese a que en algunas reuniones ha manifestado que tenía voluntad de hacer muchas cosas, lo cierto es que, a día de hoy, no ha aportado nada nuevo".
Por otro lado, los sindicatos denuncian que la Policía Local sólo dispone de dos alcoholímetros evidenciales para realizar pruebas, pero "uno esta estropeado y el otro está pasando la revisión legal anual". Además, "tampoco disponen de boquillas" (de un solo uso, válidas para una única persona". No obstante, cuando los agentes detectan un caso evidente de embriagadez solicitan la colaboración de policías locales de poblaciones vecinas como Ripollet, Barberà o Badia, "que sí disponen del material necesario para hacer las pruebas y asumen su coste porque existe una buena relación entre los agentes".
Los sindicatos creen que una posible solución a estos problemas de "falta de organización o de medios económicos" puede pasar por "instrumentalizar una mejor organización política y departamental", que debería ir implementada de un "conocimiento más amplio de las necesidades reales" dentro del área de seguridad ciudadana, lo cual "podría producir un ahorro que se podría destinar a comprar otro alcoholímetro, boquillas, chalecos antibala, una mejor ropa de invierno, un pequeño armario que permita manipular las armas de fuego con seguridad, emisoras que tengan cobertura en todo el municipio o realizar actividades formativas de calidad". En definitiva, "mejorar lo medios de que disponen los agentes para poder trabajar con seguridad y mayor eficacia y, a la vez, ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía".
Los sindicatos aseguran que "no descartan el inicio de movilizaciones" para hacer frente a la "pésima gestión" que está llevando a cabo el actual gobierno municipal, y manifiestan que continuarán con la campaña que iniciaron hace unas semanas para reclamar que "se respete al personal municipal y los servicios públicos que ofrecen" y que "cada vez están más degradados.
Una de las partes de esta campaña es la denuncia de "numerosas irregularidades" a diversas instituciones como el Síndic de Greuges de Catalunya, el Institut Català de la Dona o la Inspección de Trabajo, así como en los juzgados; y la otra, la denuncia en los medios de comunicación y en el blog del SFP en internet (www.sfpcerdanyola.blogspot.com).
Silencio municipal
A Fons Vallès se ha puesto en contacto con el área municipal de Seguridad Ciudadana en el gobierno de Cerdanyola para recoger su opinión sobre las denuncias formuladas por los sindicatos mayoritarios en la Policia Local. El equipo de gobierno, sin embargo, ha evitado realizar cualquier declaración al respecto.
Foto: SFP
